De viaje recientemente por Alemania, supongo que igual que en otros países de más tradición ciclista que el nuestro, sorprende ver, no solo la enorme cantidad de bicicletas circulando a todas horas, sino también las que duermen en la calle. Las ví prácticamente en todas las puertas...

Esta, en una calle de Düsseldorf, solo está atada de un rueda pero sin fijar en ningún sitio...

Y claro, no tardas demasiado en ver lo que aquí es una exepción (o milagro) y allí parece que es más "normal"...

Aunque si viviera allí tampoco la dejaría durmiendo en la calle (quizá si me atrevería de día para algunas gestiones rápidas) no pude evitar sentir una sana envidia...